
Así que cuando suceden lo mejor es recordarlos bien.
Por extraños que sean.
Aunque las manos suden.
Y la mente se sacuda.
Hay que recordarles, bien.
Sin esforzarlos Ocurren.
Tal como los pensamientos se escurren,
así los encuentros permiten
que la memoria al menos se cure.
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a poco si piensas...eso: